martes, 10 de mayo de 2011

¿Por qué nos cuesta tanto negociar?

Negociamos casi todo el tiempo durante toda nuestra vida y dado que esta actividad es prácticamente una cualidad humana desde los tiempos más remotos deberíamos ser expertos negociadores.  
Sin embargo, los conflictos personales, gremiales, políticos y empresariales son cada vez más frecuentes, y no se circunscriben solamente al ámbito nacional sino que también se extienden a las relaciones internacionales.  

El resultado de las negociaciones depende de la postura que adoptamos ante cada situación.  Es importante tener en cuenta que en todos los casos las partes que negocian tienen interés en satisfacer determinadas necesidades, deseos, preocupaciones y miedos y que esas necesidades que buscan satisfacer tienen su origen en diferentes motivaciones y son privativas de cada individuo.  
Abraham Maslow en su obra "A Theory of Human Motivation" (1943) distingue las necesidades humanas en cinco grupos según la siguiente jerarquía:
Necesidades fisiológicas: Constituyen la primera prioridad del individuo y se encuentran relacionadas con su supervivencia.  Algunos ejemplos de esta categoría son entre otras, la homeóstasis (esfuerzo del organismo por mantener un estado normal y constante de riego sanguíneo), la alimentación, saciar la sed, etc.
Necesidades de seguridad: Su objetivo es el logro de un estado de orden y seguridad y se relacionan con el temor de los individuos a perder el control de su vida y están íntimamente ligadas a sus miedos.  Algunas necesidades que pertenecen a este grupo son entre otras: la necesidad de estabilidad, la de tener orden y la de tener protección. 
Necesidades sociales: Tienen relación con la necesidad de compañía del ser humano, con su aspecto afectivo y su participación social.  Dentro de estas necesidades tenemos la de comunicarse con otras personas, la de establecer amistad con ellas, la de manifestar y recibir afecto, la de vivir en comunidad, la de pertenecer a un grupo y sentirse aceptado dentro de él.
Necesidades de reconocimiento: Este grupo radica en la necesidad de toda persona de sentirse apreciado, tener prestigio y destacar dentro de su grupo social, de igual manera se incluyen la autovaloración y el respeto a sí mismo.
Necesidades de autosuperación: Tienen que ver con querer trascender, dejar huella, realizar su propia obra y desarrollar su talento al máximo.
De acuerdo con la teoría de Maslow el estado óptimo sería aquel en el cual el hombre se sienta "autorrealizado", lo cual en el 99% de los casos es simplemente una utopía.
Los negociadores duros enrarecen el ambiente adoptando posturas que no tienen en cuenta las necesidades de la otra parte. 
Los negociadores constructivos en cambio son capaces de indicar su posición con calma, argumentando desde la razón y la lógica.   
¿Entonces de qué manera podríamos transformar una negociación en un acuerdo exitoso?  
Harry A. Mills en su libro "Negociar, el arte de ganar" considera que hay factores indispensables para ello:
  • Prepararse a conciencia 
  • Concentrarse en los intereses y no en las posiciones
  • Recurrir al nuestra MAPAN (Mejor Alternativa Para un Acuerdo Negociado)
  • Conocer nuestras prioridades
  • Conocer de dónde partimos y tener claro a dónde pretendemos llegar.
  • Hacer que el tiempo trabaje con nosotros
  • Formular muchas preguntas
  • Escuchar de modo activo
  • Defender nuestras necesidades
  • Realizar propuestas
  • Estudiar muchas opciones
  • Realizar algunas concesiones
  • Comprobar lo que se haya acordado
  • Aprender de nuestros errores
  • Construir relaciones que funcionen a largo plazo
  • Adaptar las estrategias de acuerdo a la situación

Es importante mantener una postura relajada, observar al otro y demostrar interés, ejercitar la escucha activa, ponerse en el lugar del otro, hablar claramente y con confianza, tener un comportamiento asertivo,  y utilizar los silencios de modo efectivo. 
Las preguntas producen respuestas que nos hacen pensar, descubren necesidades, aclaran malos entendidos, comprueban supuestos y son las herramientas más indicadas para disipar dudas, y encauzar una negociación hacia el acuerdo deseado. 
El lenguaje corporal es indicativo de la manera en que las partes perciben la negociación, por lo cual es un punto a tener en cuenta siempre.
Mills desarrolla la idea de que el proceso de cualquier negociación se divide en siete etapas.

                           1º Etapa:  elacionar los datos 
                           2º Etapa:  xaminar las necesidades
                           3º Etapa:  eñalar el inicio de la negociación
                           4º Etapa:  roponer condiciones
                           5º Etapa:  valuar e intercambiar propuestas 
                           6º Etapa:  ramitar el acuerdo 
                           7º Etapa:  btener la confirmación

Una negociación es buena cuando no hay un solo ganador.  La habilidad del negociador debería orientarse a transitar las siete etapas en un marco de absoluto respeto y que el resultado final sea el logro de un acuerdo en el que las necesidades de las partes queden satisfechas, los miedos y las preocupaciones poco a poco se desvanezcan y el trato sea justo para todos.

lunes, 18 de abril de 2011

Medidas básicas de seguridad para inmobiliarios

Les acerco una información que envió el Grupo de Profesionales en Propiedad Horizontal y quiero hacer extensiva a los lectores del Blog.


Actitudes sencillas para poner en práctica para no ser victima de la delincuencia.

  • Si debe mostrar una propiedad en un edificio, avisar al encargado que llevará interesados y pactar la hora. Es fundamental ser puntuales con lo acordado.
  • Cuando una persona se comunica para visitar un inmueble, requiera nombre, apellido y número de teléfono el cual se pueda verificar. Piense: el propietario está recibiendo gente extraña en su hogar, por lo tanto corresponde tomar todos los recaudos de seguridad.
  • Al llegar a la puerta del edificio tenga a mano las llaves para no demorar el ingreso. Asegúrese de que no haya extraños en la vereda cerca de la entrada o en el hall.
  • Al mostrar una propiedad desocupada para la venta, abrir todas las ventanas y puertas antes de la llegada del interesado. Es importante mostrarla durante el horario de oficina.
  • Si la vivienda contiene muebles, al recibir la misma para la transacción elabore con su dueño un detalle de cada uno de los bienes que allí se encuentran, de ser posible cubrir su totalidad con un seguro. Proteja la propiedad dispuesta para la venta como la suya propia.
  • Mantener informado al personal de su oficina donde pueden localizarlo la mayor parte del tiempo. Asimismo, contar con toda la información de quienes son las personas que trabajan en su empresa.
  • Poner clave de entrada a su teléfono móvil, previniendo su robo o extravío, muy pocas personas lo hacen. Hoy en día los celulares cuentan con tanta información que resulta peligrosa su pérdida.
  • No lleve en su cartera o portafolio durante las horas que muestra propiedades documentos o tarjetas, mucho menos objetos de valor.
  • Realizar todas las operaciones inmobiliarias: Reserva del inmueble, anticipo del Boleto de Compraventa, Escritura, tomando todos los recaudos necesarios. Es fundamental hacer las negociaciones en un ambiente seguro, por ejemplo, la sala privada de una entidad bancaria o Escribanía de confianza.
  • Al concretar una operación no lo divulgue, si tiene que depositar o retirar grandes cantidades de dinero hágalo debidamente acompañado, cuidándose de las salideras bancarias.
  • En la actualidad los delincuentes manejan códigos secretos para cometer delitos, traté de estar informado para evitar sorpresas.
  • Si observa que es seguido por un individuo extraño, solicite ayuda.
  • Si lamentablemente es asaltado por una persona nerviosa o considera que puede estar drogada, no se resista, no arriesgue su vida.
  • Y por último, ante cualquier duda o emergencia comuníquese desde un teléfono público o su celular (sin crédito, también lo logra) al 911.


Grupo Profesionales en Propiedad Horizontal

Sra. María Rosa Farcy
GPPH